Emulando la frase del fútbol que habla de «colgar los guayos» como evidencia del retiro, en el softbol podríamos decir que se «cuelgan las manillas». Ya no estará en el line up. Desde el dogout seguirá seguramente aportando su experiencia y sabiduría adquiridas gracias a su amor por el deporte de la pelota suave, amor que nació desde que era un joven. Ciro Ávila Velandia, no será más un jugador activo de su amado Cardenales, cuya camiseta roja vistió durante los últimos 15 años.
Llegó sonriente, acompañado por su esposa Beatriz Del Vecchio, sus hijas, nietos y yernos, quienes se apostaron en las gradas mientras el homenajeado se acercaba al home del diamante de la 76. La cita, en el preámbulo del juego de la noche entre Cardenales y Curramba, era para hacer un merecido reconocimiento por su entrega y compromiso al deporte a don Ciro. De manos de Maximiliano Vélez recibió una placa y por parte del Country Club, un diploma que le fue entregado por Ricardo Heilbron, integrante de la Junta Directiva de este centro social y deportivo.
Tomó la pelota, posó para la foto junto a su familia y luego junto a su equipo justo allí en el montículo desde donde logro ponchar a muchos con su potente derecha hizo el lanzamiento de honor.
Muchas gracias don Ciro por su entrega, felicitaciones y que siga disfrutando de este deporte que tanto ama.